Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://carlyukhn681042.thezenweb.com/un-análisis-profundo-del-cabezazo-de-zidane-76890999