Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://barbaraxjsd189462.digitollblog.com/38425760/el-cabezazo-que-puso-fin-a-la-carrera-de-zidane