Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un tapiz https://lewisksiw739528.vidublog.com/37369534/qué-habría-dicho-materazzi-para-provocar-el-cabezazo-de-zidane